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lunes, 8 de julio de 2019

Los cuatro elementos qué necesitamos para invertir nuestras asignaturas y hacer flipped learning (parte I): conocimiento metodológico y compromiso con el aprendizaje de los alumnos


Tras una serie de experiencias de talleres de formación del profesorado para el fomento de la implantación de flipped learning (que me han puesto en contacto con grupos selectos de profesores universitarios, de bachillerato, secundaria y primaria dispuestos a incorporar el flipped learning a sus asignaturas), considero que cuatro elementos son los más necesarios para que un profesor incorpore exitosamente el modelo inverso a su docencia. Esos elementos esenciales para el cambio exitoso son: 1 conocimiento, 2 compromiso, 3 habilidades y 4 acceso a recursos. Estos cuatro elementos necesarios para el cambio están representados en la siguiente figura.


Figura 1. Los cuatro elementos requeridos para una exitosa aplicación del aprendizaje inverso en nuestras asignaturas

El primer elemento es una base de conocimientos pedagógicos, para comprender las razones por las que funcionan tan bien las metodologías que fomentan la implicación, el esfuerzo y la reflexión metacognitiva del alumno (previos a la interacción en el aula). Estas metodologías hacen que los alumnos adopten la responsabilidad de protagonizar el primer intento por comprender los contenidos a aprender. 
El profesor facilita este aprendizaje proporcionando materiales con anticipación, incentivos para que el estudio se produzca y mecanismos para garantizar que el estudio se ha producido y es recompensado. Cuando se empieza a tratar el tema en clase los alumnos ya se han esforzado por comprender, han realizado reflexión sobre lo que comprenden y sobre lo que les cuesta comprender y han informado de sus logros y dificultades al profesor y este ha aprovechado esta información sobre las dificultades de aprendizaje para rediseñar su plan de interacción con sus alumnos en la clase presencial.  
Mucho del tiempo de clase que en la metodología expositiva tradicional se despilfarra en explicar a los alumnos hasta las cosas más básicas que ellos podían comprender por si mismos, podremos ahora destinarlo a que nuestros alumnos practiquen y realicen actividades de evaluación formativa. Todo este trabajo previo y durante la clase mejora el aprendizaje. El resultado será que al aplicar el modelo de aprendizaje inverso el nivel de comprensión alcanzado por nuestros alumnos será muy superior al que antes lográbamos con la instrucción directa tradicional.
 Si finalmente, nuestras pruebas de evaluación miden realmente esa comprensión (y no otras cosas como el recuerdo de detalles memorizados) el resultado que obtendremos será que nuestros alumnos comprenden, aplican y tansfieren mucho mejor a las situaciones problemáticas las ideas esenciales de nuestra asignatura. 
Conocer las evidencias que demuestran la eficacia del modelo de aprendizaje inverso dará confianza al profesor sobre los efectos positivos que la implementación de este modelo innovador tendrá sobre el aprendizaje de sus alumnos. Esa confianza en que el cambio tendrá efectos deseables, llevará al profesor a comprometer su esfuerzo por el bien del aprendizaje de sus alumnos.  

Figura 2. Flujo de información en las metodologías flipped de fomento del estudio previo a las clases

El segundo elemento que se necesita para implementar el modelo de aprendizaje inverso es un compromiso personal intensamente sentido por el docente con el aprendizaje de sus alumnos. Este compromiso es algo que los buenos profesores sienten y que los malos no saben lo que es. El compromiso del profesor con el aprendizaje de sus alumnos debe materializarse en una disposición a trabajar lo que sea necesario para innovar sus metodologías de enseñanza aprendizaje y estar dispuesto a cambiar a aquellas que logren mejorar el aprendizaje de sus alumnos (aunque sea al coste de un esfuerzo extra por parte del profesor). Esto significa que el docente comprometido estará dispuesto a trabajar algo más para poder facilitar mejor el aprendizaje de sus alumnos y que sus alumnos aprendan mucho mejor.  El docente menos comprometido buscará excusas para no realizar más cambios que los imprescindibles (o los que le permitan trabajar todavía menos) y seguir repitiendo lo que ya hizo en años anteriores. 
Ese compromiso es el que te lleva a empezar a revisar los siguientes temas con más antelación, y a hacer acopio de documentos y vídeos y demás recursos (curación de materiales didácticos) que puedan ayudar a tus alumnos a comprender mejor aquellos aspectos que son más oscuros y problemáticos para ellos. Ese compromiso te llevará a estudiar las respuestas de tus alumnos e intentar comprender la naturaleza de sus dificultades y conceptos erróneos. Ese compromiso te llevará a crear actividades para que tus alumnos comprendan mejor y apliquen lo que quieres que aprendan a aquellas situaciones reales o verosímiles en las que ese conocimiento es clave para resolver problemas de la vida real y profesional. 

 El compromiso con el aprendizaje de nuestros alumnos implica estar dispuestos a alterar y ampliar nuestros roles como profesores.  Pasar de ser los que explican el libro de texto o referencia a ser curadores de materiales de procedencias diversas. Pasar de ser expositores de información a ser facilitadores de su comprensión. Pasar del abuso del monólogo explicativo, a la promoción del dialogo con nuestros alumnos. Pasar del role autoritario al de líder motivador. Pasar de echar un discurso en masa a tutorizar el trabajo de grupos de alumnos en clase. Pasar del role de juez severo e inapelable al de entrenador que da consejos a sus pupilos para que puedan mejorar, cambiar del role de sabelotodo al de modelar ante nuestros alumnos lo que es el ser capaz de autodiagnosticar tus necesidades de aprendizaje y a continuación ser capaz de  aprender por ti mismo lo que necesites.


Tabla I. Cambio en los roles del profesor al cambiar desde el modelo tradicional al modelo inverso

El compromiso te lleva a dedicar parte de tu tiempo a estudiar las respuestas de tus alumnos y a sacar sentido de ellas para interpretar sus dificultades y plantear unas interacciones presenciales en las que estas dificultades de nuestros alumnos se confronten y resuelvan. También supone darles feedback sobre como superar sus dificultades y finalmente incorporar actividades en el tiempo de clase para que los alumnos ejerciten y profundicen su comprensión. Todos estos cambios producen una experiencia de aprendizaje nueva y distinta para nuestros alumnos. También sus roles cambian radicalmente en el entorno del aprendizaje inverso y los profesores deben aprender a utilizar las herramientas metodológicas y tecnológicas que les ayudarán a hacerlo.
Tabla 2. Nuevos roles de los alumnos y herramientas que ayudan al cambio de rol



 Los profesores que no sienten este compromiso por mejorar el aprendizaje de sus alumnos saben muy bien de lo que hablo pues cuando no se siente ese compromiso se presiente otra cosa bien distinta. Se presiente el hastío mutuo que la clase supondrá. Los malos profesores sienten hastío y extenuación cuando piensan en la próxima clase que tienen que dar (conozco algún ejemplo paradigmático de esto). En los casos más extremos, estos "profesionales" de la educación demuestran esta falta de compromiso e interés por dar la clase llegando tarde (para acortarse el tormento) y demostrando su falta de preparación con evidentes improvisaciones o reiteradas repeticiones de lo que hicieron otros años. 

Algunos profesores con problemas más graves de empatía incluso llegan a demostrar su desinterés hasta por las personas de sus alumnos fomentando un trato distante e impersonal. No es  raro es que estos malos profesores a cambio de su propio desinterés obtengan el desinterés y la falta de implicación  de sus alumnos. Por este camino, estos profesores faltos de vocación y compromiso entrarán en una espiral de desmotivación  y extenuación en la que acabarán culpabilizando a las leyes  educativas, a la institución educativa, a sus propios alumnos e incluso hasta a sus compañeros más comprometidos con el aprendizaje de sus alumnos. 

El modelo de flipped learning puede ayudar a romper esta dinámica viciosa que conduce hacia el desinterés y la apatía mutua característicos de mantenimiento de modelos obsoletos de enseñanza tradicional universitaria. Invertir la clase requiere que el profesor prepare mejor su clase con más antelación para así poder enviar los materiales a sus alumnos a tiempo para que los estudien. En segundo lugar, la revisión de los cuestionarios de comprobación del estudio previo hace llegar al profesor las  dudas y problemas de sus alumnos y esto le ayuda a comprender las dificultades sentidas por sus alumnos y sintonizar mejor con sus intereses. En tercer lugar, el proceso mejora la preparación de los alumnos aumenta su nivel de interés y su nivel de conciencia acerca de las cosas que comprenden y las que no. De esta manera los alumnos disponen de oportunidades para reflexionar sobre lo que comprenden, automonitorizar y autorregular su aprendizaje. 

El flipped learning sirve para que todos, el profesor y sus alumnos vayan a la clase con mejor preparación, mayor interés y mayor comprensión mutua. Si a esto le añadimos que ya nos es necesario explicar todo, pues los alumnos han alcanzado un nivel de comprensión básico por el estudio previo disponemos de mucho tiempo libre para introducir actividades en el aula en las que pongamos a prueba la comprensión de nuestros alumnos y les demos oportunidades para que la profundicen todavía más y la transfieran a nuevas situaciones. El resultado será una interacción presencial mucho más dinámica y participativa de la que los alumnos sacarán un mayor nivel de comprensión y de satisfacción personal.

Cualquier profesor que tras leer estas líneas no sea capaz de apreciar que esta nueva manera de enseñar y aprender puede ayudar a mejorar el aprendizaje de sus alumnos, debería considerar seriamente la posibilidad cambiar de profesión para así aumentar tanto su felicidad como la de sus desafortunados y sufridos alumnos. 

El que sea capaz de apreciarlo debería leerse la segunda parte de esta entrada que se centra primero en las habilidades que el profesor deberá desarrollar para poner en la práctica el modelo de flipped learning y después al conocimiento de y acceso a recursos tecnológicos y pedagógicos que  posibiliten y faciliten las tareas, aumentando la eficacia del trabajo del profesor y los alumnos en el nuevo modelo de aprendizaje inverso. 

Dejo para finalizar esta entrada otro recurso más un, libro sobre como aplicar el modelo "Flipped learning: aplicar el modelo de aprendizaje inverso" recientemente publicado por mi equipo de colaboradores en la colección universitaria de Narcea y que ha recibido reseñas muy favorables de expertos en flipped learning como  Javier TourónManuel Jesús Fernández Naranjo y Domingo Chica Pardo en sus respectivos blogs (puedes acceder a las reseñas picando en los links), así como valoraciones muy positivas por los lectores del libro en Amazon  (disponibles picando en este link ). 











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